No llevan tuberías enterradas, con lo que el riesgo de fugas por roturas de las mismas se reduce a cero.
Instalación muy sencilla, ya que van colgadas del muro de la piscina, lo que las hace ideales para piscinas de nueva ejecución y para obras de rehabilitación de piscinas antiguas.
El filtro retiene partículas mucho más finas que los clásicos filtros de arena.
La limpieza del filtro no se hace tirando una parte del agua de la piscina, sino que se limpia con una manguera, o incluso en la lavadora. Eso, además de ahorrar agua, permite que el agua de la piscina se mantenga más caliente, renovando tan solo la cantidad de agua mínima necesaria.